Antes intentaba escribir reseñas más o menos objetivas. Algo de eso pueden encontrar en las que he dejado abajo, y que en su momento se publicaron en la Revista Mensaje. Sin embargo, dado que en este caso escribo sólo para mi blog, me siento en paz con decir lo que se me ocurra.
Esperé este libros por meses. Estuve tentado a comprarlo en Inglés pues sentía que ya tardaba mucho la llegada de la traducción. Dejé agotados a mis amigos de la Ulises preguntando, día por medio... ¿cuándo llega Kafka?
Es posible que no sea objetivo en lo que a Murakami se refiere. Adoro como escribe, y he disfrutado aún aquellos de sus libros que no están entre los mejores, como “Sputnik mi amor”.
Kafka en la Playa fue el libro más vendido del año en USA. Ocupó el número 1 en la lista del New York Time, y se lo merece. Es un libro hermoso. Aunque debo reconocer que la Crónica del Pájaro que da Cuerda al Mundo y Tokio Blues (Norwegian Word) siguen siendo sus dos obras maestras. Me complica la popularidad de Murakami. Siento que en algún momento el NYT se lo va a llevar y nos lo devcolverá convertido en Dan Brown (ese es el del Código DaVinci, o no?). También, como lo decía nuestro querido Armando Uribe, hay que sospechar de los autores que venden mucho. No hay tantos buenos lectores!!!
Esperé este libros por meses. Estuve tentado a comprarlo en Inglés pues sentía que ya tardaba mucho la llegada de la traducción. Dejé agotados a mis amigos de la Ulises preguntando, día por medio... ¿cuándo llega Kafka?
Es posible que no sea objetivo en lo que a Murakami se refiere. Adoro como escribe, y he disfrutado aún aquellos de sus libros que no están entre los mejores, como “Sputnik mi amor”.
Kafka en la Playa fue el libro más vendido del año en USA. Ocupó el número 1 en la lista del New York Time, y se lo merece. Es un libro hermoso. Aunque debo reconocer que la Crónica del Pájaro que da Cuerda al Mundo y Tokio Blues (Norwegian Word) siguen siendo sus dos obras maestras. Me complica la popularidad de Murakami. Siento que en algún momento el NYT se lo va a llevar y nos lo devcolverá convertido en Dan Brown (ese es el del Código DaVinci, o no?). También, como lo decía nuestro querido Armando Uribe, hay que sospechar de los autores que venden mucho. No hay tantos buenos lectores!!!
Y sin embargo. Aquí está por fin.
Kafka Tamura es un joven de quince, cuyo destino está marcado por la tragedia. Su padre le ha vaticinado que tarde o temprano, dormirá con su madre y con su hermana, y cual Edipo, dará muerte a su progenitor.
La maldición es la excusa para iniciar una historia repleta de esos ingredientes de realismo mágico que el propio Murakami reconoce como influencia de nuestra literatura latinoamericana, sin embargo, como siempre, el autor consigue un tono bajo, un tono de cierta despreocupación o hasta de cinismo, que es el que realmente encandila.
A sus personajes, las cosas les ocurren, y ellos apenas se preguntan el por qué.
Kafka Tamura escapa y lleva a la espalda un “otro yo” que le relata su vida y sus desafíos, y eso no parece preocuparle.
Su historia se cuenta en paralelo con la de un extraño anciano que no puede leer pero conversa con los gatos, y en los sueños de ambos, las historias se cruzan.
Sus personajes son entrañables. Especialmente el de la directora de la biblioteca de un pequeño pueblo, que resulta vital para la historia. O la de su ayudante, una mujer que se siente hombre, pero que en esa condición se reconoce Gay. (nunca he usado la vagina, todas mis relaciones han sido anales, nos comenta)
En fin. Que Kafka en la Orilla es un libro que debemos leer. Pero por sobre todo, nos debe empujar a conocer mejor a su autor.
Seguiré escribiendo sobre Murakami en este espacio, y añorando la llegada de un nuevo libro.
Kafka Tamura es un joven de quince, cuyo destino está marcado por la tragedia. Su padre le ha vaticinado que tarde o temprano, dormirá con su madre y con su hermana, y cual Edipo, dará muerte a su progenitor.
La maldición es la excusa para iniciar una historia repleta de esos ingredientes de realismo mágico que el propio Murakami reconoce como influencia de nuestra literatura latinoamericana, sin embargo, como siempre, el autor consigue un tono bajo, un tono de cierta despreocupación o hasta de cinismo, que es el que realmente encandila.
A sus personajes, las cosas les ocurren, y ellos apenas se preguntan el por qué.
Kafka Tamura escapa y lleva a la espalda un “otro yo” que le relata su vida y sus desafíos, y eso no parece preocuparle.
Su historia se cuenta en paralelo con la de un extraño anciano que no puede leer pero conversa con los gatos, y en los sueños de ambos, las historias se cruzan.
Sus personajes son entrañables. Especialmente el de la directora de la biblioteca de un pequeño pueblo, que resulta vital para la historia. O la de su ayudante, una mujer que se siente hombre, pero que en esa condición se reconoce Gay. (nunca he usado la vagina, todas mis relaciones han sido anales, nos comenta)
En fin. Que Kafka en la Orilla es un libro que debemos leer. Pero por sobre todo, nos debe empujar a conocer mejor a su autor.
Seguiré escribiendo sobre Murakami en este espacio, y añorando la llegada de un nuevo libro.